POBRE PERRO NEGRO

La depresión o un estado depresivo es algo muy común, aunque todos conocemos la tristeza, otros muchos bien saben lo que es el perro negro. No todas las depresiones son iguales, ni tratan de decir lo mismo, en cada persona la emoción cumple un para qué hecho a la medida del protagonista que suspira por un nuevo amanecer. Hay personas que desde siempre fueron tristes y cargan con años y años repletos de recuerdos vestidos de gris. Otras, tras un episodio concreto o fruto de una pérdida comienzan a sentir el peso de la desgana, la tristeza y el sin sentido. En cualquier caso, la tristeza esconde un enfoque distinto cuando se escucha su intención positiva. Podemos llamar al pobre perro negro de muchas maneras: distimia, depresión mayor, episodio depresivo grave, depresión post parto, depresión endógena etc…Si el diagnóstico te pica, no te lo arrasques. Lo importante, en mi opinión, es responsabilizarse y recordar siempre que no estás deprimido, estas distraído, que si quieres tendrás la ayuda de muchos que nos sentaremos a tu lado para poner en color el gris que te pesa. Y como en capítulos anteriores de la historia de nuestras vidas, el sentido es hacer de aquello que era tan complicado de superar, una virtud personal. Sara Hernández psicóloga Humanista