1443614565877490La verdad es una y accedemos a ella desde un nivel de conciencia determinado y a través de diferentes perspectivas, métodos, filosofías y técnicas. La neurociencia a la vez que la epigenética, el trangeneracional y UCDM, entre otros, coinciden en que los traumas se heredan hasta la cuarta generación, y también se sabe que aquí en España muchos que somos nietos o bisnietos de personas que sufrieron la guerra sufrimos respuestas emocionales desproporcionadas fruto de esta herencia. Heredamos memorias, traumas y heredamos lo inacabado por nuestros abuelos (¡Sobre todo de las abuelas!). Es cierto también que cómo discurrio nuestra gestación y para qué se nos hizo nos marca para el resto de nuestros días. Todos estos descubrimientos, más allá de liarnos con teorías, sólo deben despertar nuestra responsabilidad y autoconocimiento, en una caminar claro y tranquilo. Una herencia no se hereda por mala suerte, si no que encierra todo un abanico de significado que nos ilumina el sendero y nos anima caminar más libres, confiados y serenos, descubriendo qué somos y qué no somos. La misión está clara: conocer nuestras herencias y nuestro ego para dejar brillar nuestra esencia. ¿Y tú, qué heredas? Sara Hernández psicóloga Humanista