Por regla general tendemos a esperar que ocurran cosas y que éstas sean de determinada manera. También esperamos actitudes y gestos de las personas que nos rodean, que nos llamen de un trabajo ect.. Esperamos sin saber que desesperamos. Y así pasa que hemos quedado para hacer un plan y a última hora no tiene lugar, entonces nos enfadamos, nos sentimos desdichados o rabiosos y en nuestra cabeza llueven los pensamientos tóxicos. Si aplicamos una buena gestión del pensamiento podemos reducir los estados de ánimo desagradables injustificados creando pensamientos que se adhieran a la realidad. Cuántas personas quedan pegadas al móvil especulando sobre lo que ocurre con la persona que tratan de comunicarse: rápidamente el ego nos dice: «¡Otra vez igual! ¡No quiere quedar conmigo, seguro esta con otro!!!(y además imaginas quién es y qué lindo esta) ¡¡¡Soy una persona insignificante!!(y de postre el autoconcepto aniquilador del día). En un segundo ha habido una lluvia de juicios y de imaginación que desemboca en estados emocionales desagradables y además sin fundamento, sufrimos de gratis!!! Y también esperamos que mi madre sea de tal manera, mi pareja de la otra y que mis amigos me traten de tan modo como lo hago yo…. esperamos y esperamos, a veces incluso no decimos nada, reprimimos lo que sentimos y entonces nos deprimimos!! ¡Vaya menú que nos comimos hoy! ¡Y esto, también de gratis! Si me doy cuenta que tengo una expectativa, me doy cuenta de que soy yo el que crea esa realidad en mi mente y me responsabilizo de la situación. Así la próxima vez que cambien los planes sabré que sólo era mi expectativa y que mi pensamiento es mi herramienta y no mi tormenta. Recuerda siempre que la mente no está hecha para pensar, sino para captar ideas. Si quieres gestionar tu pensamiento para reducir los estados emocionales desagradables tómate una porción de gestión de la razón. ¿Gestionamos?

Sara Hernández Psicóloga Humanista 1423992931172987