Psicoterapia clínica

Psicoterapia clínica

«Cada cuál es su propia aventura»

Estás programado para sobrevivir, no para ser feliz.

¿Por qué hacer terapia?

¿Por qué los humanos se estresan o se deprimen y las cebras pastan en paz en los prados a pesar de que una hora antes hayan salvado su vida de milagro?

Los seres humanos, cual mamíferos en la ciudad, tenemos una situación mentalmente privilegiada respecto al resto de los animales y sin embargo nos deprimimos nos preocupamos y nos angustiamos demasiado.

Imagínate una cebra que ha tenido que huir de un león y se ha salvado de milagro…seguro que pasta tranquilamente sin repetirse en su mente lo fracasada que es o la mala suerte que tiene.

Los seres humanos nacemos con una personalidad determinada, cada cual una de las 21 que hay (según el eneagrama link al blog). Cuando somos niños queremos que nos amen o nos reconozcan, y queriendo o sin querer, real o ficticiamente ocurre algo que nos rompe, se genera una herida y la personalidad se descentra. Dejamos de ser tan auténticos para ser aceptados, abandonamos la conexión con nuestra esencia y empezamos a ponernos capas como una cebolla todo con el fin de que nos quieran y nos valoren. Cuando llegamos a la edad adulta algunos tienen tantas capas que se sienten sumamente desconectados de quién son ellos mismos y apenas pueden ponerle nombre a lo que sienten o piensan.

La cosa es que nuestra mente tiene sus ventajas y sus neuróticos inconvenientes: el esfuerzo que tenemos que hacer para que nos amen y nos reconozcan hace que dejemos de ser quienes somos en algún momento y se crea una herida y unas carencias que nos darán la lata toda la vida a no ser que las curemos e integremos.

Además, la vida en sociedad se complica: la vida afectiva está llena de agujeros negros, vivir el presente es un algoritmo difícil y la regla general es que nos exigimos, nos afligimos y no solemos recibir ninguna formación acerca de cómo pensar bien y escuchar nuestro cuerpo emocional. Y así suma y sigue, pensamos mucho y mal y el sufrimiento le sigue al pensamiento falso como le sigue la rueda le sigue al carro.

La personalidad es como un programa preinstalado con el que naces, y como siempre percibes la realidad con el mismo filtro y respondes con el mismo esquema pues es fácil que caigamos siempre en problemas parecidos y que nos sintamos presos de una identidad un poco incomoda ya sea por ansiedad, rabia incontrolada , exceso de sensibilidad, reacciones desproporcionadas, dependencias, tristezas o angustias … cada cual es su propia aventura y las dificultades que tenemos son exactamente las dificultades que la vida nos plantea para sanarnos. Me gusta la metáfora de que la vida es un manual pedagógico personal para cada cual.

En la mayoría de los casos podemos poner orden interior y organizar la vida exterior por medio de una relación de ayuda psicológica profesional: nos herimos en una relación en la infancia y nos sanamos dentro de otra relación: la psicoterapia es un útero psicológico donde comprender, deshacer el lio y cargarse de herramientas para ser uno mismo sin sufrir por sufrir.

El objetivo fundamental de la terapia es ordenarse y conocerse, aprender a gestionarse para vivir en coherencia con uno mismo y en sintonía con el mundo exterior. La meta es tener una buena vida con sentido, paz y armonía.

Todo lo que necesitas saber de la psicoterapia

¿Qué se hace en terapia?

En terapia lo que hacemos es entender qué nos pasa, para qué nos ha estado ocurriendo esto y una vez puesta la luz en la oscuridad construir un camino de conciencia y responsabilidad con uno mismo.

La terapia es el espacio para comprenderme profundamente, es un entender más allá de lo que un amigo o un familiar me comprende, un experto sabe de que está hecho mi mapa mental y emocional y donde desafina mi música interior.

De la terapia salimos conociéndonos y comprendiendo nuestra estructura psíquica, como si nos dieran el manual taller de nuestra personalidad y además salimos con herramientas para poner esa personalidad a punto cuando vengan curvas y haya que conducir con atención.

Por dolorosas, amargas o incomodas que sean las situaciones que no nos podemos quitar de encima, toda experiencia humana tiene sentido bajo cualquier condición. Si no puedes cambiar la situación, siempre tienes la libertad de cambiar la actitud con la que la enfrentas.
¿Cómo es el proceso terapéutico?

La terapia le facilita a la persona comprenderse, coger perspectivas distintas para gestionarse a sí mismo, le da musculatura para erguirse sobre sus propios pies y organizar su pensamiento.

La primera sesión sirve para conocernos y hacer una primera valoración de tu motivo de consulta. Las sesiones duran aproximadamente 60 minutos y suelen producirse con una frecuencia semanal o quincenal.

La duración del proceso terapéutico es variable y depende de cada persona y motivo de consulta, siendo lo habitual entre dos – seis meses y dos años. Hay personas que consultan por una situación concreta ya sea psicológica,relacional, sexológica o de salud y otros que se sientan para bucear y comprender quién son ellos.

Algunas personas tras haber terminado su proceso, y haber conseguido alcanzar la solución del motivo de consulta con el que llegan a terapia, d evez en cuando siguen haciendo consultas esporádicas de mantenimiento cuando ellos consideran que necesitan recordar lo que sus mentes tienden a olvidar o simplemente ocurre algo nuevo que quieren enfocar dentro de la relación terapéutica.
¿Para qué me va a servir?
- Para conocerte y amarte mejor (lo que no conozco no lo puedo querer).
- Para sanar tus conflictos, ansiedades u obsesiones.
- Para integrar lo vivido y vivir en el presente desde la sabiduría interior.
- Para conocer tu tipo de personalidad y gestionarte desde la paz y la autocomprensión profunda.
- Para construir una sana autoestima.
- Para vivir relajado y en paz.
- Para aprender a pensar y sentir en consonancia con lo real.
- Para aprender a vivir con sentido y en pleniud con tus talentos.
- Para potenciarte desde tus virtudes y fortalezas
- Para autorregularte desde la interdependencia (ni pegados ni aislados)