El desconocimiento que tenemos respecto al tema hace que las mujeres que son diagnosticadas del virus del papiloma humano lo vivan como una amenaza manchada de culpa y desaliento. Hay muchas razones para aprovechar la ocasión y ante un diagnostico levantar la mirada del sufrimiento para escuchar el sentido biológico de la situación. Entender para qué mi cuerpo se expresa así y no culpabilizarse ni atemorizase si no acompañarse a uno mismo en lo difícil de esos días de incertidumbre. La desinformación puede llevarnos a temer por nuestra vida cuando es cierto que podemos confiar en la remisión de la enfermedad con los tratamientos médicos y psicosomáticos adecuados. ¡Hay muchas razones por las que ser optimista! Por eso os enlazo este artículo donde podemos entender más sobre esto, para tomar conciencia sobre cómo es importante mantener la visión de un observador y ver mas allá cuando algo nos acecha, para así no asustarse ni por sus consecuencias ni por el contagio. Solo tomar precauciones y amarse a sí mismo tomando buenas decisiones en el caso de que nos den la noticia del diagnóstico positivo. Encaminar la situación hacia la salud y la rectitud de nuestra mente facilita los buenos resultados tras las intervenciones y tratamientos y nos hace diferenciar el sufrimiento innecesario. El conflicto psicológico subyacente al VPH según la bioneuroemocion tiene que ver con cierto sentimiento de asco hacia la persona con la que se mantiene relaciones sexuales. Desde la psicosomática clínica se coincide en que son personas que tienen un conflicto de suciedad con respecto a alguna relación sexual tenida.

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La conciencia y la información acerca de nuestros cuerpos nos hará libres.

Sara Hernández Psicóloga Humanista